viernes, 25 de diciembre de 2015

[EFEMÉRIDE] 40 AÑOS DE LA JUVENTUD COFRADE

En noviembre de 1975, jóvenes cofrades malagueños se reunían durante varios días en la céntrica iglesia de la Concepción. Se vivían entonces tiempos difíciles para el mundo cofradiero. El espíritu de renovación que surgió entonces posibilitó un importante cambio de rumbo en las anquilosadas corporaciones cofradieras, que permitieron la participación activa en sus órganos de gobierno de una juventud hasta entonces denostada.

Mañana sábado, 26 de diciembre, darán comienzo los actos conmemorativos de esta efemérides con la convocatoria de una eucaristía a celebrar a las 19 horas en el histórico recinto sacro de calle Nueva, presidida por la imagen de san Juan Evangelista, propiedad de las Cofradías Fusionadas. Ésta partirá desde su cercana sede canónica una hora antes presidiendo un cortejo formado por cofrades con cirios y procesionando sobre las andas de traslado de María Santísima del Amor Doloroso. Al término de la celebración, que estará presidida por el Rvdo. P. Manuel Gámez López, se presentará el programa de actividades a desarrollar durante 2016.

PAPA FRANCISCO: "DONDE NACE DIOS, FLORECE LA MISERICORDIA"

Exultantes ante el nacimiento de Cristo en el corazón de cada cristiano, el papa Francisco acaba de impartir la bendición “Urbi et Orbi” desde el balcón central de la logia de la romana basílica de san Pedro del Vaticano. En la Navidad del Año Santo de la Misericordia, el Pontífice, previo a este tradicional gesto, ha aprovechado la importante concurrencia de fieles para hacer un recorrido por los lugares donde las personas sufren por culpa de las guerras o por las consecuencias de la fuerte crisis económica que aún vivimos. “Donde nace Dios, florece la misericordia”, el don precioso que Dios nos da y mediante el cual estamos llamados a descubrir la ternura que el Padre celestial nos tiene reservada.

En la luminosa jornada en la que Jesús ha nacido, Él se convierte en “el horizonte de la humanidad”, disipando “las tinieblas del miedo y de la angustia”. Es justamente la gracia de Dios la que “puede convertir los corazones y abrir nuevas perspectivas para realidades humanamente insuperables. Donde nace Dios nace la esperanza, nace la paz, y donde ésta está no hay lugar para odio y para la guerra”. Precisamente allí donde el hijo de Dios vino al mundo continúan las tensiones y las violencias. De ahí que la necesaria paz deba llegar cual don que se debe pedir y construir.

El repaso por los lugares de conflicto ha comenzado con las divisiones en Palestina, Siria, Libia, Irak, Yemen, África subsahariana, Congo, Burundi y Sudán del Sur, continuando por otros tantos lugares donde las atrocidades causan numerosas víctimas y sufrimientos, sin respetar si quiera el patrimonio cultural de pueblos enteros. Las recientes masacres terroristas de Egipto, París, Bamako o Túnez han tenido en el discurso del Papa un lugar prioritario, recordando también a los hermanos perseguidos en tantas partes del mundo a causa de su fe. Ellos son “nuestros mártires de hoy”.

La alegría de esta mañana de Navidad ha de iluminar los esfuerzos que los pueblos del mundo hacen a diario, animando a que sea la esperanza la que actúe cual motor necesario para encontrar la anhelada paz. “Donde nace Dios nace la esperanza; y donde nace la esperanza, la persona encuentra la dignidad”. Una cita que le ha servido a Francisco para poner de relieve la existencia de muchos hombres y mujeres que hoy están privados de su inherente dignidad humana y, al igual que el Niño Jesús, sufren el frío, la pobreza y el rechazo. “Que hoy llegue nuestra cercanía a los más indefensos, sobre todo a los niños-soldados, a las mujeres que sufren violencia, a las víctimas de la trata de personas y del narcotráfico. Que no falte nuestro consuelo a cuantos huyen de la miseria de la guerra viajando en condiciones infrahumanas y con serios peligros; que sean recompensadas con bendiciones las personas honradas que trabajan para recoger a los refugiados ayudándoles a construir un futuro esperanzada tanto para ellos como para sus seres queridos”.

Significativas han sido también las referencias a los desempleados: “en este día de fiesta, el Señor vuelva a dar esperanza a cuantos no tienen trabajo y sostenga el compromiso de quienes tengan responsabilidad política y económica para que se empeñen en buscar el bien común y tutelar la dignidad de toda vida humana”.


Finalizaban las palabras del Papa con un llamamiento a contemplar el portal de Belén y a dejarnos arrobar por “los brazos de Jesús que nos muestran el abrazo misericordioso de Dios, mientras escuchamos el gemido del niño que nos susurra: Por mis hermanos y compañeros voy a decir, la paz contigo”. Un auténtico 'baño' de realidad ha sido el discurso de Francisco que, por su más que notable interés, puede consultarse al completo en el siguiente enlace.