lunes, 6 de abril de 2015

¡¡FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN!!!

"Lucharon vida y muerte en singular batalla, y, muerto el que es la Vida, triunfante se levanta". La secuencia de la Vigilia Pascual nos pone en alerta ante el singular acontecimiento. Cristo ha resucitado. Y lo ha hecho ante el asombro de sus discípulos y de quienes conocieron su muerte. El triunfo de la Vida es la principal fiesta de la fe cristiana, que reconoce en la resurrección el motivo central de su existencia.

Hoy también nuestro corazón ha renacido de entre las cenizas. La alegría pascual con la que hemos vivido el final de la Semana Santa ha de producirnos un efecto contagioso, alegre y diferente. Cristo vive y sigue peregrinando junto a cada uno de nosotros. Su resurrección no es sólo un hecho religioso que se produce en nuestro interior sino que renueva en conjunto la vida de los cristianos provocando la oportunidad de revisarnos de nuevo, de analizar todo cuanto nos rodea, de buscar nuevas perspectivas.

Es por ello que el misterio pascual no debe quedarse solo en la asistencia a cultos y liturgias sino que debemos vincularlo a todos los aspectos de nuestras vidas. Cada uno con sus propias limitaciones e incoherencias pero asumiendo la responsabilidad y compromiso de sumar al proyecto de vida que el Señor nos pide. De ahí que el gran mensaje pascual sea el de renovar nuestro compromiso de amor hacia los demás y, en nuestro caso, patentizarlo a través de la hermandad y la confraternidad.

El perfume de Dios, el mismo que antecede su presencia, ha de seguir impregnando las pautas que nos lleven a seguir construyendo desde la Archicofradía su Reino en la tierra desde la humildad de cada uno y con la sinceridad, el trabajo y la constancia como banderas de este renovado credo que vive momentos y circunstancias muy particulares. ¿Contamos contigo? ¡Seguro que sí! ¡Feliz Pascua de Resurrección!