Con la Eucaristía en los Santos
Mártires, comenzaba esta III Convivencia de hermanos veteranos. Nuestro
Director Espiritual felicitaba a los hermanos de Pasión que ya han “cumplido su
primera juventud” y les agradecía el trabajo realizado, a la vez que les
invitaba a seguir dando testimonio de Fe.
Tras rezar ante los Sagrados
Titulares y la consabida foto de familia, pasábamos a la Casa Hermandad. En la
Sala de Cabildos se acomodaron nuestros queridos hermanos, donde fueron
agasajados con un suculento desayuno. La charla, los recuerdos, el
intercambio de saludos, los reencuentros, las fotos, los achaques, … en
definitiva, la convivencia se ha conseguido un año más.
Tras el desayuno, un paseo por
los Belenes del Centro de la Ciudad y, de nuevo, cita en la Casa Hermandad para
un almuerzo compartido. A los postres, ¡Sorpresa!, incomparable serenata de la
tuna bajo los balcones de la Casa. Día de gratitud, de mucha gratitud.
La Vocalía de Caridad ha logrado,
nuevamente, llevar el amor de la Cofradía a los que con su esfuerzo y trabajo
han hecho posible la Hermandad de hoy. La Cofradía siempre estará en deuda con
sus mayores. Sirva su ejemplo de acicate para
los más jóvenes, para todos en definitiva.
Pero, siempre, gracias a Jesús de
la Pasión y a su bendita Madre del Amor Doloroso por acogernos a todos en su
Santo Instituto: PASIÓN.