martes, 16 de febrero de 2010

PRESENTADO EL NUEVO SIMÓN DE CIRENE



En la noche de ayer fue presentada la nueva imagen de Simón de Cirene labrada por el escultor-imaginero, Darío Fernández Parra. La Iglesia de San Julián, sede de la Agrupación de Cofradías, era el escenario escogido para proceder a dicho acto que se celebró con un esquema distinto al acostumbrado. Un espacio levemente iluminado servía para proyectar sobre un pantalla un audiovisual sobre las sensaciones del artista a la hora de proceder a la creación de esta nueva imagen. A su finalización, el texto evangélico que narra cómo aquel hombre que venía del campo era forzado a llevar la cruz de Jesús, daba paso a la contemplación de la escultura. Un aplauso generalizado del público presente refrendaba la opinión general: la gran categoría artística de esta escultura.

Y es que el Cireneo de Fernández Parra es una escultura viva que capta perfectamente el movimiento de una persona que, andando sin conocer rumbo fijo, mantiene su mirada erguida para contemplar al misterioso personaje que acompaña. Ese gesto, esa mirada, es también una forma de admiración, casi de reverencia, no sólo al Nazareno que acompaña sino también la propia del escultor hacia la obra de Ortega Bru. Pero no es ésta una obra de gestos, sino también de actitudes, de matices que revelan un detallado estudio de la escultura principal con la que se incardina, no exclusivamente en los grafismos faciales, sino en su propia configuración escultórica. Alusiones al manierismo en su más que valiente postura, al barroco más castizo y a la modernidad escultórica de los creadores plásticos de la vanguardia son algunas de las claves estéticas a tener en cuenta.

Al escultor, nuestro amigo Darío Fernández, el mayor de los agradecimientos por su profesionalidad y cariño demostrados en todos estos meses atrás. A los cofrades de Pasión, enhorabuena; y es que después de treinta y tres años se ha conseguido culminar el proceso de renovación del paso de misterio su Titular cristífero.