miércoles, 3 de febrero de 2010

VÍA+CRUCIS DEL 75º ANIVERSARIO: MEMORIA VIVA E IDENTIDAD


Con la puntualidad de costumbre, a las 18 horas del Sábado 30 de enero se abrían las puertas de la Parroquial de los Mártires. Pasión se echaba a andar en una jornada histórica para revivir su fundación, para agradecer a cuantos han contribuido en estos 75 años de vida, para reencontrarse con su identidad, para orar ante el Señor acompañándolo en su transitar por una singular Vía Dolorosa.

Desde minutos antes, el Templo iba acogiendo a los hermanos que quisieron dar testimonio de su fe, iluminando el transitar del Nazareno o sosteniendo el dulce peso de las andas. En la memoria colectiva estaban presentes aquellos cofrades que nos precedieron y que disfrutan a diario del rostro del Señor; otros que por motivos distintos no pudieron estar; o aquellos que prefirieron encontrarse con el cortejo en las calles.

El recorrido, tras las últimas modificaciones realizadas a instancias de la Policía Local, seguía el criterio de visitar la sede fundacional, la Parroquia de San Felipe Neri. En sus enjabelgados muros, una placa cerámica recoge desde este día la leyenda que recuerda aquellos difíciles tiempos de 1934 y 1935 en los que un grupo de jóvenes decidieron fundar esta realidad que hoy es Pasión. Posteriormente, las cercanías de la extinta Iglesia de San José era el segundo objetivo. Una nueva señalética rememora que fue éste el Templo desde el cual se verificó la primera Estación de Penitencia el Lunes Santo, 30 de marzo de 1942. Por último, la Plaza del Obispo era el escenario a recorrer pero la imposibilidad de rodearla unida a otras prevenciones de seguridad vial recomendaron no visitarla, optándose por el paso junto al conjunto Catedralicio y la portada de la Iglesia del Sagrario. Entre tanto, las Estaciones del Vía+Crucis, señaladas por los Estandartes de Celia Berrocal, eran leídas por miembros de las Hermandades e Instituciones más próximas. Como texto, el que en su día nos legara Monseñor Francisco Parrilla, auténtica guía espiritual para quien decida realizar a este ejercicio piadoso.

Oración, recogimiento, seriedad, elegancia... valores que siempre ha detentado la Archicofradía y que volvieron a actualizarse, una vez más. Memoria viva e identidad. Vuelta a las raíces para, desde el silencio, honrar al Señor. Éste, desde las andas cedidas por su Madre, se mostraba más humano, cercano y sencillo que nunca. En la memoria descansan ya estampas irrepetibles: recorridos urbanos novedosos, música de Capilla excelente y una encomiable actitud de servicio demostrada humildemente por todos los hermanos intregrantes del cortejo. Idiosincrasia de Institución Sacramental, no sólo por el color de los cirios, sino por la veneración silenciosa al Dios Eucarístico, Mesías Redentor en su Pasión.


En el retorno al Templo, la oscuridad de sus naves y la añoranza propia de un corazón deleitado y sacudido por sensaciones únicas e irrepetibles, dan paso al agradecimiento más sincero. Primero a Dios, por permitirnos disfrutar de su presencia en una fría tarde; y luego a los cofrades, con independencia de su antigüiedad en la Corporación, quienes un buen día decidieron voluntariamente vivir su vocación cofradiera en el seno de esta comunidad cristiana. Sin duda, motivos más que suficientes que impulsan a mantener viva la llama de la fe sacramental y a trabajar por la definitiva instauración del Reino de Dios en la tierra.

VÍA+CRUCIS DEL 75º ANIVERSARIO: LOS PREVIOS


Enero es un mes especial en Pasión. Los motivos tienen que ver con dos efemérides trascendentales en la historia de la comunidad cofradiera: la fundación de la Cofradía del Santísimo Sacramento (1927) y la bendición de la nueva imagen del Nazareno de la Pasión, obra de Luís Ortega Bru (1977). De hecho en las Reglas se establece que cada 30 de enero se celebre una jornada eucarística que haga presente ambas realidades, pues son la esencia del propio cofrade de Pasión. Eucaristía y Dios hecho hombre.

Pero este año, la trascendencia era aún mayor. La celebración del 75º aniversario fundacional obligaba a adelantar las celebraciones a la tarde del viernes, 29 de enero. Y así, a las 19.40 horas, la comitiva litúrgica se organizaba ante el Sagrario para procesionar claustralmente a Jesús Sacramentado por las naves de la vetusta Parroquia de los Mártires, haciendo estación en nuestra Capilla Sacramental y en la del Huerto. Tras la Bendición y Reserva, celebramos la Eucaristía en la Capilla de ésta última Corporación hermana al coincidir con la Misa de Hermandad establecida en sus Estatutos para la tarde de los viernes, últimos de mes. Pero no fue una Convite Eucarístico cualquiera. Así lo recordó en su homilía el Cura-Párroco, Rvdo. Cortés Jiménez, al felicitar a ambas Instituciones Sacramentales por aunar esfuerzos y voluntades en torno al Sacramento Eucarístico, ahondando en la idea de unidad entre los cristianos-cofrades.

Con posterioridad celebramos en nuestra Casa de Hermandad el acostumbrado Cabildo de Salida, en el cual los hermanos capitulares aprobaron el efectuar, un año más, la Estación de Penitencia a la Santa Iglesia Catedral de Nuestra Señora de la Encarnación en la tarde del próximo Lunes Santo. Además, se presentó el cartel anunciador (obra de Juan Manuel Bermúdez) y se aprobaron el Calendario de Cultos y el presupuesto económico del año natural. En su informe, el Hermano Mayor quiso recordar a todos aquellos hermanos que, desde 1934, han tenido el enorme privilegio de regir los designios de esta Institución Sacramental en su condición de ser los primeros continuadores de la labor emprendida por los cofrades fundadores hace ahora, precisamente, 75 años.