Acabada la celebración pasábamos a la Capilla Sacramental, procediéndose a la bendición de la nueva túnica bordada que lucía la imagen. La pieza ha sido elaborada por el taller de Manuel Mendoza, procediendo su configuración final de la restauración de los bordados de los antiguos estandartes procesionales. Junto con el mantolín, elaborado años antes por el mismo obrador, componen un particular conjunto estético. Acto seguido y tras el rezo de las preces, se procedía al juramento de los hermanos que han sido designados Diputados, adscritos al Grupo Joven de la Archicofradía. Con el canto de la Salve a nuestra Madre del Amor Doloroso se daban por concluidos estos cultos.
Momentos después, los hermanos asistentes nos trasladábamos hasta la Casa de Hermandad para compartir la acostumbrada Copa de Navidad. El Hermano Mayor recordaba al nutrido grupo de cofrades la necesidad de acercarse hasta nuestra sede para vivir y compartir con el resto de hermanos la vivencia diaria de la Archicofradía. Terminaba la velada, como es casi tradición, con un brindis por el nuevo año y el canto coral de villancicos populares.