domingo, 15 de marzo de 2015

[CRÓNICA] EL PREGÓN DE UN NAZARENO COMPROMETIDO

En la noche del viernes, 13 de marzo, pudimos disfrutar del pregón de un nazareno comprometido. En la sala "Reina María Cristina", Juan Antonio Delgado López desgranó sus vivencias como cofrade de Pasión sin dejar descubrir sus rostro, un sólo instante, del simbólico capirote que vistió desde que era un crío en la tarde de un lejano Lunes Santo.

Su alocución estuvo centrada en la reivindicación de esas sensaciones que el cofrade, siendo pequeño, experimenta siempre que viste la túnica nazarena. Unas experiencias guardadas en el corazón de cada uno. Una marca indeleble que debe conservarse como parte consustancial de la propia vivencia personal de la Archicofradía, pues "la madurez de las corporaciones debiera ser medida en gran parte por el cuidado y dedicación que se le presta" a este tipo de detalles. Explicitando esta idea, el pregonero apuntó que "la acogida de hermanos, ayudarlos a revestirse, explicarles el alcance de todo lo que acontece, atender cariñosamente sus necesidades… Sencillamente no es más que hacerlos partícipes, estrechar los lazos y hacer germinar en ellos el orgullo de pertenencia a la corporación". Así es como se explica la función del cofrade de Pasión desempeña cada Lunes Santo: "Nazarenos que no salen para ser vistos, nazarenos anónimos cuyos ojos hablan y que se reconocen por el calzado, nazarenos que se reencuentran consigo mismo ocupando disciplinadamente su lugar en la larga fila hasta el momento de recogerse".

En este sentido, argumentó que la puesta en escena de la hermandad en la calle no puede caer en una simple teatralización vacía, tradicionalista, falta de sentido; como también pudiera darse la complacencia al entender que todo cuanto se hace es positivo y bueno. Ante el peligro de caer en estas tentaciones, "la tarea no es fácil, pues el nivel de exigencia implica compromiso y asumir estar sometidos a un importante nivel degaste. Si conseguir mantener ese “Bien Común” ya supone un gran éxito, no podemos perder de vista que el objetivo es mucho más ambicioso, nuestro compromiso implica cultivarlo, enriquecerlo y compartirlo". Todo, por supuesto, comienza en advertir del sentido de la Misa de Nazarenos y evitar, en opinión de Juan Antonio, cualquier "grado de interferencia suficiente como para comprometer su cometido" final. Igualmente es necesario tener presente que cualquier desvarío en la propia Estación de Penitencia viene dado por una serie de agentes externos difíciles de controlar. La solución pasa, en palabras del pregonero, por formentar "paralelamente el respeto y la convivencia a través de la divulgación de lo que forma parte inherente de la historia de nuestra ciudad y que está profundamente enraizada en ella. Si en su lugar, el mensaje que se divulga es el del incremento de palcos y sillas, iluminando el escenario con focos cuya intensidad prácticamente derrite la cera, no parece que sea en el camino adecuado para resolverlo ni podemos lamentarnos por lo que sucede".

Culminaba la disertación el pregonero aludiendo a todos aquellos hermanos que, sin necesariamente vestir la túnica nazarena, también acompañan y alienta a la Archicofradía por el diario transitar de su historia. Ese recuerdo se transmitió en una proyección final donde cada una de las imágenes contaba con un simbolismo claro, desde la vela que se enciende al nacer hasta la que se va consumiendo a medida que la edad del cofrade asciende y decrece su vitalidad. Así, "creciendo año tras año al participar en la Estación de Penitencia, satisfechos al contribuir con nuestra aportación al resto de los hermano s y enriquecidos por compartirla, y de esta manera, cuando cubierto el itinerario que tengamos asignado llegue el momento de recogernos y sea entonces Jesús de la Pasión el que mande quitarnos el capirote, renaceremos definitivamente en Su presencia y en la de nuestra Bendita Madre, del mismo modo que ya lo hicieran todos aquellos nazarenos que en su día nos precedieron".

Sin duda este XXXV Pregón de Pasión es un texto para leer pausadamente, para degustarlo en momentos de sosiego, para interpretarlo en el interior de cada uno con serenidad. Enhorabuena, Juan Antonio, por compartir con tus hermanos éstas tan acertadas reflexiones

Concierto de la Banda Municipal
En la primera parte del acto, la formación dependiente del Ayuntamiento de la ciudad ofreció un concierto a partir de un escogido y clásico repertorio. Bajo la dirección del profesor Francisco Vallejo, la banda interpretó marchas muy conocidas de la música procesional andaluza, predisponiendo el espíritu de los asistentes al inminente Pregón que acontecería minutos más tarde.