viernes, 30 de enero de 2015

[ESTACIÓN DE PENITENCIA] PASIÓN - LUNES SANTO 2015


[AGENDA] HOY ES 30 ENERO

Puede parecer baladí. Quizás sin importancia. Pero en la memoria histórica de Pasión hoy no es una jornada cualquiera. Todo lo contrario. Dicen quienes lo vivieron que tal día como hoy de 1977, la mañana se despertaba en Málaga desapacible. El cielo se tornaba gris desde bien temprano haciendo acto de presencia una fina lluvia.

Pero cuanto desde meses antes venía preparándose para ese día pudo con la adversidad climatológica. En la parroquia de los Mártires iba a ser bendecida en una solemne ceremonia religiosa nunca antes recordada por estos lares, una imagen diferente, distinta, única. Los hermanos que la habían visto desde que llegara de Madrid en el cercano y hoy desaparecido colegio de san Pedro y san Rafael, sintieron fuertemente su impacto. El mismo que causó su testa en el verano anterior, cuando su autor pasó una estancia en Torremolinos trabajando en la misma con ahínco.

Hacia el mediodía, sobre un monte de claveles rojos y dispuesto en andas, el Señor de la Pasión, recién salido de las gubias de Luís Ortega Bru era bendecido por monseñor Jiménez Cárdenas. Las palabras del celebrante en la homilía, el detalle de la rúbrica litúrgica y el acompañamiento musical son algunos de esos flashes recordados por cofrades que, masivamente, ocupaban las naves de la parroquial. Todo medido y preparado salvo un detalle. Las fotografías que inmortalizaran para siempre el culto no estaban previstas. De hecho, en el archivo de la Archicofradía sólo se custodia una del Señor justo antes de ser bendecido.

Pero aquel detalle fue mínimo con respecto a lo que verdaderamente trascendió. El portentoso Nazareno empezó a calar en el corazón de hermanos, feligreses y devotos. La tensión dramática de su rostro, la valiente zancada, los personalísimos grafismos artísticos inherentes a su autor, la gesticulación de sus manos abrazando el madero o el dulce balanceo de su túnica de terciopelo morada en el fugaz traslado hasta la Capilla Sacramental constituyeron los primeros destellos de una fe que hoy, treinta y ocho años después, sigue alimentando el Nazareno desde su hornacina. Día a día. Hora a hora. Minuto a minuto. Además su presencia supuso el comienzo simbólico de un proceso de renovación interna y externa de la hermandad que, a partir de releer sus raíces, se transformó en una asociación religiosa pujante llena de vida durante todo el año.

La imagen de Jesús de la Pasión, plena de unción sagrada y de mesianismo, sigue siendo el vehículo más adecuado para acercarnos a lo verdaderamente esencial. Al Sagrario. A la presencia real de Cristo en nuestras vidas. Por eso, hoy, con la memoria agradecida, volveremos a darle gracias a al Padre por habernos permitido la constitución de esta Archicofradía Sacramental disfrutando, además, de una de las imágenes clave en el panorama de la escultura procesional contemporánea. Y así, unidos en el banquete de la Eucaristía que celebraremos a partir de las 20 horas en nuestra sede canónica, volveremos a sentir de nuevo el sano y humilde orgullo de ser hermano de Pasión, cofrades sencillos que tratan de mantener vivo el mensaje del Nazareno. Que así sean muchos 30 de enero más.