Ayer tarde, volvimos a disfrutar de la presencia de Jesús de la Pasión mientras participábamos del segundo día del Quinario que celebramos en su honor. Nuestro hermano sacerdote, el Rvdo. Antonio E. Madueño, reflexionaba en la homilía a partir de la pregunta hecha por el propio Cristo a su discípulos: “y vosotros quien decís que soy yo?”.
Un interrogante que en este tiempo cuaresmal sigue teniendo actualidad; nosotros mismos, en nuestro interior, debemos seguir haciéndonos la misma pregunta pues de la respuesta que demos derivará nuestra “salvación o la condenación”. De hecho, “el que responda” y lo haga desde la coherencia y el reconocimiento de ser seguidores del Nazareno, “pasará de la muerte a la vida”. Para una respuesta sincera debemos, además, hacernos una pregunta previa: “¿Qué voluntad sigo?, ¿la mía o la de Dios?”. Ahí “está el punto de fricción”, pues “todos estamos llamados a la conversión y debemos buscar la voluntad de Dios” por encima de nuestros intereses individuales. Para ello, el camino, según nuestro predicador, es sencillo: debemos “fijar los ojos en Jesús de la Pasión” y pedirle “que mi ‘yo’ no crezca” pues deseamos sobre todo “oir la voz de Cristo en nuestro corazón”.
Esta tarde continuaremos los cultos, rezándose el Santo Rosario a las 19:30 horas y participando en la Eucaristía a partir de las 20 horas. Culminaremos, como siempre, a los pies de nuestra Madre del Amor Doloroso a quien dedicaremos la Salve Regina. Igualmente hoy es el día en que todos aquellos hermanos que previamente lo han solicitado, recibirán la medalla corporativa de la Archicofradía.