martes, 1 de abril de 2014

XXXIV PREGÓN DE PASIÓN

Copia el siguiente enlace en tu navegador para descargarte el XXXIV Pregón de Pasión pronunciado por nuestro hermano Javier González el viernes, 28 de marzo de 2014, en el sala "María Cristina".

http://www.archicofradiadelapasion.org/XXXIVPregon-JGT.pdf

UNA ALOCUCIÓN QUE ROMPE MOLDES - CRÓNICA DEL XXXIV PREGÓN DE PASIÓN

De osadía podríamos calificar el hecho de reseñar el XXXIV Pregón de la Archicofradía. Pero hemos de hacerlo, con la venia del Pregonero, en aras de la justicia. Efectivamente, un año más, el Antiguo y real Conservatorio de Música “Reina María Cristina”, acogía el Pregón de Pasión. En esta edición la expectación era palpable desde que se supo el nombre del Pregonero. ¿Qué iba a decir y cómo iba a decirlo Javier? Esta era la pregunta de los hermanos.

A las 20:30 horas daba comienzo el acto con un salón de conciertos lleno de cofrades ansiosos. En la primera parte, la Banda Municipal de Música ofrecía un repertorio exquisito, exquisitamente interpretado. Y es que para un hermano de Pasión, escuchar los sones del “Cantemos a la Amor de los amores” en "Domus Aurea", o visualizar con los ojos cerrados el elegante caminar del trono procesional de María Santísima del Amor Doloroso con "Rosa de Pasión", es lo mismo que definir a la Hermandad.

Tras un breve intermedio, Joaquín Orell, como Pregonero del pasado año, tomaba la palabra para presentar a Javier. Sus palabras estuvieron llenas del cariño que le profesa. Mezclando éste con los méritos humanos, cofrades y profesionales que le adornan. Los aplausos del público y el abrazo en el que ambos se fundieron daban paso al XXXIV Pregón.

En un sobrio escenario, solo el Guión de la Hermandad, Javier González Torres, tomaba la palabra. El piano de cola (Adrián López), la guitarra acústica (Pablo Fernández) y un cello (Clara Fernández) le acompañarían a lo largo de su Pregón. Vano sería buscar un solo calificativo para su Pregón. Valiente, fresco, cofrade, comprometido, …, podrían ser algunos de ellos. Pero sin duda, fue el Pregón de un hombre de fe profunda y arraigada, el de un hermano de Pasión.

Jesús de la Pasión, Titular de la Archicofradía, fue el centro de su Pregón, “un estilo marcado por la cruz cual elemento identificativo y definitorio. La cruz y tú. Tú y la cruz. Una propuesta de amor enorme basada en la entrega sin límites a los demás. Sin esperar nada a cambio.” Un texto escrito en plural, sin utilizar la primera personal del singular, como muestra de ser la voz de todos los cofrades.

Entrañables las sentidas palabras con las que recordó su niñez, entre procesiones por el corredor de la Casa-Hermandad de Carretería y altares en la casa de sus abuelos, entre los miedos a la figura del Cirineo y los juegos en los Mártires con el perro del párroco.

Recuerdos de familia, que son recuerdos de Cofradía. Ámbito “donde se enseña a compartir ideas, a hacer hermandad, a respetar a la diversidad, a ofrecer un espacio para la convivencia y donde todos compartimos y acrecentamos nuestra la fe en Jesús.”

Valiente y nada relamida enumeración de los valores de la Archicofradía: fidelidad, compromiso, acción, hermandad, solidaridad, tradición, trabajo en equipo, autocrítica, constancia, formación y ORACIÓN.

Indescriptible la fusión de palabras e imágenes, ¿protagonista?: “El nuevo Sol, Jesús, rodeado de tantos pero apenas sin compañía entra en la Catedral. Pasión en estado puro. Málaga. Este es, hermanos, nuestro eterno Lunes Santo.”

Acertadísima su reflexión sobre las palabras del Papa Francisco: “El “armen lío” que el papa nos propone no es hacer ruido de cornetas y tambores, o de gritos a destiempo. Ha de ser un movimiento convergente, tanto de cristianos de base como de aquellos que tienen responsabilidades en el gobierno eclesiástico. Es un tsunami que engloba a todos, que nos desborda en pro de la renovación, del verdadero ecumenismo, del necesario regeneracionismo activo”

Llegados a este punto el Pregonero lanzó un grito de esperanza y certeza pidiendo cofrades, pero no cualesquiera, sino con unas características propias y definidas. Pero esto lo tienes que leer tú mismo, degustarlo, porque te verás reflejado, no te lo podemos reseñar.

Como muestra de éste “necesitamos cofrades” te transcribimos el último párrafo: “Necesitamos a cofrades, a todos en general. Hombres, mujeres, niños, abuelos, tías, primos… A todos sin distinción de sexo, ni de edad, de parentesco. Necesitamos a más cofrades, a más obreros para esta obra de Dios que se llama PASIÓN; que se acerquen hasta las puertas de una Casa de Hermandad que las tiene completamente abiertas con un corazón puro, limpio, sin resentimientos ni temores, con la conciencia tranquila y con las manos prestas al trabajo en equipo. Y todo por una sola razón; el Señor nos llama y tenemos la obligación de responderle al igual que lo hizo María. ¿Y eso cómo es? Pues respondiendo con un SI rotundo, alto y claro.”

Continuó Javier con un canto a la Santísima Virgen de los más particular. Utilizó la marcha “Virgen del Amor Doloroso” y una detallada descripción del Trono de la Señora, para piropearla, para mostrar su profundo cariño a la Dolorosa. De fondo, imágenes del cadencioso y señorial caminar de la misma por calle Nueva.

Aprovechó Javier para invitarnos a la construcción del Reino a través de las Cofradías. Para ello, afirmó lo que no es una Hermandad, compartiendo con todos la fórmula para lograr que estas Instituciones no se desvíen del mismo: “con actitud humilde a la par que servicial convertirnos, dejarnos seducir por el Evangelio, en ejemplos de vida cristiana, coherente y sencilla.”

Finalizaba Javier el Pregón con una sincera, esperanzadora e ilusionante llamada a participar de un Lunes Santo Pascual: “Así, reconfortados por seguir en la senda original, con el respaldo de todos aquellos que sintonizamos teórica y prácticamente con estos principios, podremos alzar en alto la Cruz-‐Guía de nuestras vidas, incorporarnos al cortejo penitencial revestidos del hábito morado, apretando fuertemente a la cintura el cinturón de esparto y ciñéndonos la estructura cónica del capirote, para, firmes y sin miedo, declararnos militantes de la esperanza y enamorados de la humanidad. Amantes de la vida y deseosos de compartirla y celebrarla, como don preciado de Dios, con todos los hermanos con el gozo de sabernos y sentirnos personas nuevas, renovadas, sintiendo esa misma sensación de bienestar que se percibe cuando se cierran las puertas de los Mártires, al regreso de la Archicofradía cada Lunes Santo.”

Pues bien, no creas hermano que estas líneas resumen el Pregón de Javier González. Para nada. Necesitas, debes leerlo con tranquilidad en el corazón, dejarte colmar con todos los matices que contiene. Descárgatelo desde la página web (y en unos días las imágenes del mismo). Pero, sobre todo, responde a la invitación que nos hace a todos.

Si preguntas ¿qué ha dicho?, la respuesta: TODO.
Si preguntas ¿cómo lo ha dicho?, la repuesta: CON FE Y AMOR.
Si preguntas ¿quién lo ha dicho?, la respuesta: JESÚS DE LA PASIÓN.