Ayer sábado celebrábamos en la Archicofradía los 50 días que preceden a la llegada de la Semana Santa y la Pascua de Resurrección. Una festividad históricamente conocida como "Quincuagésima" y que antiguamente reunía a los cristianos ante el Sagrario en desagravio por las ofensas proferidas al Señor durante los días de Carnaval. Aquellas prácticas eucarísticas se han mantenido con el tiempo, siendo la exposición de Jesús Sacramentado el punto fundamental de la acostumbrada Convivencia que nos prepara espiritualmente ante la inminente llegada de la Cuaresma. Las palabras de nuestros Director Espiritual nos invitaban a ello, a despojarnos de todo cuanto de superfluo hay en nuestro diario quehacer para convertirnos más en seguidores del Nazareno de Pasión. Acabados los cultos participábamos en el banquete de la Eucaristía recordando las dos palabras claves marcadas por el Evangelio del día: fraternidad y amor como pilares fundamental de la convivencia entre los hijos de Dios.
Una vez terminada la celebración y ante la presencia de nuestros Titulares, se hacía entrega de las Credenciales como XXXIV Pregonero de Pasión a nuestro hermano Javier González Torres. Arroparon al actual Consiliario 1º, además de familiares y hermanos, diecisiete anteriores exaltadores que, ya en la casa de hermandad y durante el ágape servido, animaron al Pregonero a dejarse llevar por la amistad en Jesús de la Pasión y a expresar con palabras las vivencias que durante su vida cofradiera ha vivido, sentido y compartido en hermandad.