sábado, 7 de septiembre de 2013

SIRIA: JORNADA DE AYUNO Y ORACIÓN


Hoy es el día del silencio. La jornada del grito por la paz. El Papa Francisco espera que se eleve en todo el mundo. Sin manifestaciones vistosas. Un grito en el silencio hecho oración. Un día de ayuno, de sacrificio espiritual, de recogimiento, porque la paz también depende del corazón de cada uno de nosotros, del compromiso de cada persona.

Es por este motivo que, al anunciar la jornada de oración por Siria y la vigilia en la plaza San Pedro, Francisco subrayó que la invitación a construir la paz se dirige no solo a los católicos o a los cristianos, a los creyentes de las demás religiones, sino también a los que no creen. Las adhesiones al vigoroso y dramático llamado papal del domingo pasado son muchas y de naturaleza muy diferente. Se percibe que la opinión pública, en muchos países del mundo, está perpleja con respecto a la intervención armada occidental que se perfila, sobre todo tras la experiencia de la guerra en Irak de 2003 y sus cosecuencias. Al mismo tiempo, aumenta la consciencia de la necesidad de hacer algo para detener la masacre que ha durado dos años en medio de la casi absoluta indiferencia.

El Papa cree en la fuerza inerme y silenciosa, pero potente, de la oración. Francisco sabe que la oración puede cambiar la historia. "La paz, antes que nada, es un don de Dios, por lo que debe ser pedido y acogido con un corazón humilde y abeierto", dijo ayer a la Radio Vaticana Dominique Mamberti, el "ministro del Exterior" vaticano. Las diplomacias hacen su trabajo y jugarán sus cartas. La diplomacia de la Santa Sede sigue insistiendo en llamar a las partes en causa a detener la violencia y a "emprender con valentía la vía del encuentro y de la negociación". "Es obvio -dijo Mamberti- que no hay una solución militar al conflicto: si la violencia continúa, no habrá vencedores, solo derrotados". Hoy, la invitación de Francisco es para cada uno de nosotros, no solo para los jefes de estado, los primeros ministros, los potentes del G20, los diplomáticos. Hoy es el día del silencio, para que resuene mucho más fuerte el grito de la paz.

Basado en el artículo de Andrea Tornielli: "El mundo en oración por la paz"
Publicado en Diario La Stampa 9.06.2013