viernes, 7 de diciembre de 2012

FESTIVIDAD DE LA INMACULADA

Siguiendo la costumbre, nuestra Madre del Amor Doloroso viste en estos días los colores propios de la festividad de la Inmaculada Concepción de María. Una creencia popular convertida en dogma por la Iglesia y defendida a lo largo de los siglos en muchos territorios cristianos, entre ellos España, al menos desde el siglo XI. En esta ocasión se estrenan tocado, manto y cinturilla, completándose el ajuar con una media luna labrada en metal plateado.

Hermano, durante este segundo fin de semana de Adviento intenta hacer un hueco y visita a María en su Capilla Sacramental. Ella es la estrella de esta etapa litúrgica que vivimos, la Madre en cuyo seno tomará cuerpo el Hijo de Dios.